El café es prácticamente una bebida milenaria de las que se han ideado infinidad de formas de consumirlo. Quizás hace un par de años esto resultaría extremadamente difícil de innovar, pero en la Era de la tecnología, el abanico de posibilidades es muy amplio. Desde una propuesta con estilo contemporáneo, que evoque una sensación de viaje al pasado y conquiste el corazón de los más románticos; pasando por una cafetería ecoamigable, con residuos cero y libre de materia prima animal, un público cada día más amplio; hasta una cafetería virtual, dónde se prescinda en gran parte la mano de obra humana y se ofrezcan servicios al mejor estilo de una película de ciencia ficción.

Básicamente la idea es salirse de lo convencional y más que servicios de consumo, brindar una experiencia en un lugar en condiciones. Con ello y el alcance que tienen las plataformas virtuales en la actualidad, hacerse con una clientela fiel y regular, es sólo cuestión de tiempo, poco tiempo.